Jorge Hernández Fernández: Quiero jugar béisbol



JHF-. La mayoría de los habitantes de Venezuela, solemos ver campos de béisbol de forma recurrente. Y es normal, puesto que al ser un territorio donde el béisbol se vive con mucha intensidad y pasión, es necesario tener los espacios para practicarlo. Para muchos, esto significa el contacto directo con un sueño. Bien sea porque se imaginan jugando ahí, o porque ya tomaron la decisión de hacerlo y van a entrenar.

En nuestro país el béisbol se juega desde la etapa más temprana posible. Esto puede ser, desde la escuela, por ejemplo. Solo son necesarios un grupo de muchachos que quieran jugar y una pelota, que puede ser de papel, goma o cualquier material que haga la función de esta. 


Imagínense ustedes que ven los juegos de las Grandes Ligas o los de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional por televisión, y luego pasan por cualquier estadio, bien sea el Universitario en Caracas, el José Bernardo Pérez de Valencia o cualquier otro del país, hasta el que este más cercano en a su hogar. Si esto ocurre y siente ganas de jugar, entonces se preguntará ¿Cómo puedo participar yo ahí? ¿Qué puedo hacer? La respuesta es sencilla. Solo debe trabajar por ello.

En este punto, y dependiendo de la edad que tengas, según Jorge Hernández Fernández, debes plantearte como llegar hasta tu objetivo. Aquí son de especial importancia las personas que saben de béisbol. Desde los beisbolistas profesionales, pasando por los entrenadores, hasta aquellos fanáticos que saben las estadísticas mucho mejor que un anotador profesional
Cada uno de ellos podrá darte las herramientas necesarias para alcanzar tu sueño. Si eres un padre y quieres que tu hijo sea un profesional, puedes ponerte en contacto con escuelas de béisbol menor como la Fundación Luis Sojo. Y si eres tú el que quiere jugar, acércate a la escuela de béisbol más cercana a tu comunidad.

Lo que cobra especial relevancia es que no pienses que no lo lograras, solo piensa que debes trabajar por ello y que la distancia entre los sueños y la realidad, es el trabajo que hagas para ir de uno a otro.

Por Jorge Hernández Fernández

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