Jorge Hernández Fernández: Industrias Venoco y su aporte al béisbol

Al ver a un jugador de béisbol consagrado convertirse en una estrella podemos pensar que todo fue sencillo, pero al ir más allá y preguntarnos ¿qué tuvo que hacer para estar ahí? Vienen a la mente las respuestas que, aunque puedan parecer obvias realmente atienden a una trayectoria plagada de esfuerzo y dedicación.

Imagen cortesía de Eventosport
Pensemos en personajes como Richard Hidalgo, Bob Abreu, Melvin Mora, Johan Santana y Freddy García, todos pertenecientes a una de las mejores generaciones de beisbolistas que ha parido el territorio venezolano y que para llegar tan alto debieron sacrificarse también aplicar su empeño, su disciplina, su entrega y todo lo necesario para que su sueño de vivir por y para su pasión, como lo es el béisbol, fuese posible.

Una parte fundamental de su éxito radica en su formación desde corta edad y de una escuela donde comenzaron sus practicas de béisbol, la Escuela de Béisbol Menor Industrias Venoco, que tiene tiene méritos en estas exitosas carreras. En la escuela de béisbol menor un joven aprende a ser responsable, a trabajar duro por lo que quiere y sabe que por muy fuerte que sean los retos, solo su trabajo diario lo hará salir adelante, de ahí la importancia de la escuela de béisbol menor para cualquier jugador.

La Escuela de Béisbol Menor Industrias Venoco es una de las más antiguas de nuestro país, con su sede en el Club Venoco,ubicado en Guacara, Estado Carabobo. Fue creada en 1977 y cuenta ya con más de 38 años formando a los profesionales del futuro desde los 3 años de edad en la categoría Compota, hasta los 16 cuando ya pertenecen a la categoría Juvenil.

Al conocer sobre estas historias no podemos evitar pensar en la Fundación Luis Sojo que igualmente representa un espejo de lo que busca toda escuela con el béisbol: cambiar la vida de los jóvenes, guiarlos en el sendero del éxito y enseñarle valores que les hagan saber de dónde viene y a dónde va.

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