Jorge Hernández Fernández: A tres minutos de los juegos de Río 2016
Era el campeonato clasificatorio para Río 2016 cuando la escuadra venezolana cosechó los lauros recientes del baloncesto criollo.
El balón toca tres veces contra el aro antes que -cual guión de film de suspenso- Gregory Vargas anotase, quizás, el tiro libre más importante de su vida. Previo al lanzamiento, hubo falta contra el propio Vargas, muy cerca del final, como si fuese una señal de que estaba destinados a triunfar.
Ni Steve Nash, ni Rowan Barrett ni ningún canadiense se lo creían, el dos veces MVP de la NBA quedó perplejo al ver que a su Canadá se le escapaba de las manos estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Eso representó el tiro libre de Vargas, más que un punto, era la gloria para todo un país, lo impensable. Fue 79-78 para Venezuela, un equipo LPB, que venció a los NBA de Canadá.
Jorge Hernández Fernández: Gregory Vargas hizo historia
Aunque, en baloncesto, había ido a Barcelona 92, hubo algo de mística en ese elenco que dirigía el “Ché” García. Dos meses antes habían hecho un papelón en los Panamericanos de Toronto, y Greivis Vásquez, el único NBA criollo en el momento, dijo que no iba al preolímpico de México. Todo pintaba para un fracaso estrepitoso y Venezuela luchó contra los más feroces -quedando campeón por primera vez de un FIBA Américas-, sacando a República Dominicana, Puerto Rico, Canadá en la semifinal y Argentina en la final.
El Poder de la Atracción marcó al equipo patrio: si piensas en cosas buenas, cosas buenas van a pasarte, y eso transmitió el coach García, desde el vamos. Se la creyeron. Pensaron que podían ganar y nadie les quitó la idea de la cabeza, ni siquiera perder ante Argentina y Canadá en primera fase y, como es de esperarse, los jugadores son los responsables de la hazaña, pero el Che es el genio, el inspirador.
Jorge Hernández Fernández: Una historia que no se olvidará
Será recordada por siempre la frase “son tres minutos, para ir a los Juegos Olímpicos”, cuando el equipo perdía por siete versus Canadá finalizando el último cuarto.
Todos los venezolanos viviremos con el recuerdo de Los Héroes de México. Vivimos sus logros los disfrutamos, sus adversidades y dejaron claro que el baloncesto se juega cinco contra cinco, y nadie es superior cuando se juega con el corazón.
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