Jorge Hernández Fernández: El baloncesto femenino sufre desplantes
La escuadra que nos representa en el sudamericano femenino de baloncesto ha motivado opiniones despectivas acerca de su rendimiento.
Se siguen haciendo desplantes al seleccionado femenino de baloncesto. A instantes nada más de enfrentar a Brasil en el primer cotejo del Sudamericano de Baloncesto, en Tunja, Colombia; las chamas han enfrentado una serie de dificultades que tienen padeciendo desde hace tres semanas, siendo el más notorio la falta de palabra para con el equipo.
Desde el año pasado se tramitaron recursos para la compra de calzado, pero este nunca le fue entregado a las jugadoras. De acuerdo con Ivaney Márquez, hay seis chicas que tienen sus zapatos desgastados, no acorde a una profesional que está por arrancar un torneo internacional.
Jorge Hernández Fernández: Las chicas han pasado varias dificultades en Colombia
“Supuestamente habían aprobado un monto para calzados a unas muchachas que tienen indumentaria que no es la apropiada y me acabo de enterar que no es así, que no fueron aprobados cuando el planificador del Ministerio (del Deporte) dijo que sí los habían hecho”.
Jorge Hernández Fernández: El estado de la indumentaria de varias jugadoras es precario
La capitana criolla contó que el tema del calzado se venía hablando desde el año pasado. “El planificador me había dicho que el Ministro sí había aprobado ese dinero, pero a estas alturas dicen lo contrario”.
Las vicisitudes han ido con las venezolanas durante todo el viaje. Los viáticos los redujeron en un 70%, la indumentaria se las dieron anoche. “Viajamos como un carnaval ya que no teníamos ropa para viajar. Ni mono, ni chaqueta”, sostuvo Márquez.
Otra de las referentes del baloncesto nacional se quejó por el trato que han recibido en estos últimos días. Odeth Betancourt, desde su cuenta en Instagram (@betancourtodeth) manifestó su molestia con el trato recibido hasta ahora.
Solo cuatro atletas, las que estaban en Venezuela, practicaron desde el primer día, en la primera semana de agosto. Hace una semana se sumaron otras cuatro y el resto del seleccionado (cuatro) estaban fuera del país y se tuvo que esperar hasta último momento para mandarlas a Colombia.
“Todo esto nos tienen agotadas mentalmente y nos hemos tratado de mantener lo más enfocadas posible, tratando de no pensar en las cosas que se han suscitado. Dicen que todo lo que empieza mal, termina mal, pero nosotras queremos hacer la diferencia”.
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