Jorge Hernández Fernández: Sobre lo que buscamos en el béisbol menor
JHF-. Todos
nacemos con algún talento especial,
ese que nos hace destacar y sobresalir. Con el que podemos, de
alguna forma, ganarnos la vida, y no solo trabajar, sino
disfrutar de cada momento en el cual desempeñamos esta actividad.
Para algunos ese talento es el canto, para otros, la pintura y en algunos
otros, ese talento puede estar relacionado a algún deporte.
El tener este talento no garantiza la consecución de las metas, pues, para ello, es necesario prepararse para poder pulir este don que tengamos. Pero la práctica y el estudio no solo permiten que el talento pueda demostrarse y perfeccionarse, sino que también permite adquirir esa fluidez necesaria con la que algunos no nacen.
Sin muchos casos, por ejemplo en el béisbol, donde se ven jugadores que tienen habilidades casi sobrenaturales para batear o para ser pitcher, pero hay otros jugadores que a pesar de no tener tanta facilidad, con su práctica y preparación logran adquirir un nivel muy alto, siendo este el resultando de su interés por destacar.
Las escuelas de béisbol menor cuentan con las personas adecuadas para determinar qué tipo de jugador es cada uno, además, pueden adaptar el entrenamiento para poder sacar lo mejor de cada individuo, sin que ello afecto el nivel del resto del grupo, de ahí la importancia que cada uno de estos lugares tenga presente qué es lo que realmente busca.
Tanto en los deportes, como en el mundo académico, son muchos los aspectos que se comparten de manera común en los entrenamientos, pues, se busca reforzar con repeticiones los hábitos de los involucrados, para que, más temprano que tarde, una determinada acción se vuelva rutinaria.
Aunque esto sea así, se debe tener presente que los objetivos alcanzados entre los jugadores no siempre son los mismos, pues depende del nivel de compromiso y la pasión que sienta cada uno de ellos, pues, a fin de cuentas, esto determinará si el jugador está preparado o no para dedicarse de forma profesional a un deporte, como puede ser el béisbol, o algún otro.
Por Jorge Hernández Fernández
El tener este talento no garantiza la consecución de las metas, pues, para ello, es necesario prepararse para poder pulir este don que tengamos. Pero la práctica y el estudio no solo permiten que el talento pueda demostrarse y perfeccionarse, sino que también permite adquirir esa fluidez necesaria con la que algunos no nacen.
Sin muchos casos, por ejemplo en el béisbol, donde se ven jugadores que tienen habilidades casi sobrenaturales para batear o para ser pitcher, pero hay otros jugadores que a pesar de no tener tanta facilidad, con su práctica y preparación logran adquirir un nivel muy alto, siendo este el resultando de su interés por destacar.
Las escuelas de béisbol menor cuentan con las personas adecuadas para determinar qué tipo de jugador es cada uno, además, pueden adaptar el entrenamiento para poder sacar lo mejor de cada individuo, sin que ello afecto el nivel del resto del grupo, de ahí la importancia que cada uno de estos lugares tenga presente qué es lo que realmente busca.
Tanto en los deportes, como en el mundo académico, son muchos los aspectos que se comparten de manera común en los entrenamientos, pues, se busca reforzar con repeticiones los hábitos de los involucrados, para que, más temprano que tarde, una determinada acción se vuelva rutinaria.
Aunque esto sea así, se debe tener presente que los objetivos alcanzados entre los jugadores no siempre son los mismos, pues depende del nivel de compromiso y la pasión que sienta cada uno de ellos, pues, a fin de cuentas, esto determinará si el jugador está preparado o no para dedicarse de forma profesional a un deporte, como puede ser el béisbol, o algún otro.
Por Jorge Hernández Fernández
Comentarios
Publicar un comentario