Jorge Hernández Fernández: Un ejemplo de lo que no se debe hacer
JHF-. El béisbol para los venezolanos es ese deporte capaz de generar la más fuerte discusión, pero también es capaz de demostrar los mejores valores de la población. En él, la hermandad toma el control, deja de lado cualquier diferencia de criterio que se pueda tener, pues aunque se generen discusiones por el deporte, no se deja de tratar a alguien por eso.
Pero así como el béisbol sirve para unirnos, también es un deporte en el que los jugadores que participan en él tienen que saber que deben darle resultados a sus fanáticos. Además, llevar la camiseta de un equipo no es un trabajo, sino que debe considerarse un honor y defenderla bajo cualquier circunstancia.
Son estos argumentos lo que hacen que desde muy pequeños los niños o sean caraquistas, o le vayan a La Guaira, o al Magallanes, pero jamás pueden irle a todos los equipos. Es una cuestión de honor, por muy radical que parezca.
En Venezuela está viendo acción la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, LVBP. En ella se están disputando los últimos partidos de la ronda regular, esos que definen quienes pasan a la siguiente ronda y quienes deben irse a casa a seguir la temporada por televisión.
Este año ha pasado algo curioso. Dos de los equipos llamados a brillar, como son los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes, corren el riesgo de no clasificar y olvidarse de jugar durante este mes. En el deporte, esto significa mucho, puesto que se pierde a dos protagonistas estelares, pero también para los más pequeños, esos que sueñan con vestir la camiseta algún día es un duro revés, ya que no entienden como les puede costar alcanzar los resultados y como muchas veces se puede creer que el esfuerzo no está ahí.
Sin duda alguna, todos los peloteros tratan de hacer el mejor trabajo, pero en un mundo tan competitivo como este la excelencia es la norma, así lo ven quienes se inician en el mundo del béisbol infantil. Por esta razón resulta muy importante que los ídolos demuestren en cada encuentro la entrega y la pasión que los embarga, si no lo hacen, se convierten en imágenes negativas para quienes tendrán la tarea de ocupar su lugar en el futuro.
Por Jorge Hernández Fernández
Pero así como el béisbol sirve para unirnos, también es un deporte en el que los jugadores que participan en él tienen que saber que deben darle resultados a sus fanáticos. Además, llevar la camiseta de un equipo no es un trabajo, sino que debe considerarse un honor y defenderla bajo cualquier circunstancia.
Son estos argumentos lo que hacen que desde muy pequeños los niños o sean caraquistas, o le vayan a La Guaira, o al Magallanes, pero jamás pueden irle a todos los equipos. Es una cuestión de honor, por muy radical que parezca.
En Venezuela está viendo acción la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, LVBP. En ella se están disputando los últimos partidos de la ronda regular, esos que definen quienes pasan a la siguiente ronda y quienes deben irse a casa a seguir la temporada por televisión.
Este año ha pasado algo curioso. Dos de los equipos llamados a brillar, como son los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes, corren el riesgo de no clasificar y olvidarse de jugar durante este mes. En el deporte, esto significa mucho, puesto que se pierde a dos protagonistas estelares, pero también para los más pequeños, esos que sueñan con vestir la camiseta algún día es un duro revés, ya que no entienden como les puede costar alcanzar los resultados y como muchas veces se puede creer que el esfuerzo no está ahí.
Sin duda alguna, todos los peloteros tratan de hacer el mejor trabajo, pero en un mundo tan competitivo como este la excelencia es la norma, así lo ven quienes se inician en el mundo del béisbol infantil. Por esta razón resulta muy importante que los ídolos demuestren en cada encuentro la entrega y la pasión que los embarga, si no lo hacen, se convierten en imágenes negativas para quienes tendrán la tarea de ocupar su lugar en el futuro.
Por Jorge Hernández Fernández
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